E. 211. FOCUS:
Escojo este tema, título de un libro de Daniel Goleman, autor del best-seller mundial: Inteligencia emocional (1995), al comenzar de nuevo nuestra cotidianeidad en el mismo ambiente rutinario de ruido, bullicio e incertidumbres sociales, tan poco propicio para centrar la mente, conectar con uno mismo y encontrar nuestro equilibrio en el presente. Goleman sostiene convincentemente que cultivar la capacidad de focalizar la atención en sus distintas formas: interna, externa y hacia los demás, es el secreto para la excelencia y, actualmente, más que nunca, si perseguimos el autocontrol, mejorar la empatía o comprender la complejidad que nos rodea.
Considero que esto es la esencia del mindfulness, palabra introducida en 1881 para traducir al término “Sati”, nominalización del verbo "sarati", del desaparecido idioma tibetano Pali, que significa rememorar o recordar constantemente el volver al aquí y ahora, es decir, tomar la decisión consciente de estar focalizado en lo que estamos haciendo para disfrutar de la experiencia que vivimos a cada momento, intentando que nuestra atención regrese, se centre y conecte una y mil veces con el presente, que tiene nombre de regalo, el bien más preciado del ser humano pues una mente caviladora, no entrenada y que divaga, es una mente poco efectiva y desmesuradamente vulnerable a las turbulencias emocionales
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